Luz cálida, fría o neutra: Cuál debemos elegir

La temperatura de la luz es una característica física que determina el matiz del brillo de una determinada fuente de luz. El indicador se mide en Kelvin (K), y la luz se divide convencionalmente en tres categorías:

  • Cálida (hasta 3.500 K): Presenta un tono amarillento y se considera el más cómodo y «hogareño».
  • Neutra (3.500 – 4.500 K): Es la luz más parecida a la luz solar natural, percibida por el ojo humano como blanca.
  • Fría (más de 4.500 K): Con un tono azulado, es algo molesta para la retina de los ojos; En las casas, esta luz se utiliza de forma muy dosificada.

 

Los diseñadores de proyectos de iluminación, a menudo, distinguen la luz blanca cálida con un rango de 3.000 – 4.000 K en una categoría separada, ya que se considera la más cómoda para la visión humana.

En escenarios de iluminación para interiores, se recomienda usar luz en el rango de 2.500 – 4.000 K. Se pueden mezclar tonos, pero, por lo general, no se deben usar fuentes de luz de distinta temperatura (tanto cálidas como frías) en la misma ubicación.

Diferentes tipos de luminarias pueden producir luz a diferentes temperaturas. Al adquirir luminarias se debe prestar atención al packaging; ahí se debe indicar el rango de su brillo. A continuación, repasamos los diferentes tipos de bombillas más comunes del mercado:

  • Bombillas incandescentes: siempre brillan con luz blanca cálida o cálida, cómoda para los ojos, pero en otras características son inferiores a otras fuentes (consumen más energía, a menudo se queman, se calientan mucho).
  • Halógenos: también presentan un brillo blanco cálido, seguro y agradable a la vista. Estas bombillas son más eficientes y duraderas que las bombillas incandescentes, pero también se calientan mucho durante el uso.
  • Bombillas fluorescentes: pueden tener cualquier tono de brillo, pero su luz es bastante dura, puede causar incomodidad y cansar a una persona. Además, estas bombillas no son respetuosas con el medio ambiente ya que contienen mercurio.
  • Bombillas LED: son fuentes de luz universales, pueden funcionar en cualquier rango de luz, son económicas, duraderas y seguras.

 

En cualquier proyecto de iluminación se puede usar y combinar cualquier tipo de bombilla que sea adecuada para el espacio que quieres iluminar. No obstante, nuestra recomendación final es siempre usar iluminación LED, la más eficiente, duradera y sostenible del mercado.

Introducción a la elección de la temperatura de luz ideal

La elección de la temperatura de luz ideal es esencial para crear un ambiente cómodo y seguro en diferentes espacios, ya sea en naves industriales, vías públicas, espacios urbanos, monumentos y fachadas e interiores en general. La temperatura de luz se mide en grados Kelvin (K) y se refiere a la «temperatura» de la luz, es decir, si la luz es más cálida (menor grados Kelvin) o más fría (mayor grados Kelvin).

Cómo elegir la temperatura de luz ideal para naves industriales

En las naves industriales, es recomendable utilizar una temperatura de luz de 4000K o 5000K, ya que proporciona una luz blanca y neutra que es ideal para iluminar las áreas de trabajo y mejorar la seguridad. Esta temperatura de luz también es adecuada para iluminar maquinarias y equipos, ya que proporciona una iluminación clara y precisa.

Cómo elegir la temperatura de luz ideal para espacios urbanos

En los espacios urbanos, es recomendable utilizar una temperatura de luz de 2700K a 3000K, ya que proporciona una iluminación cálida y acogedora para los parques y jardines. Esta temperatura de luz también es adecuada para iluminar los espacios de ocio y entretenimiento, ya que proporciona un ambiente agradable y relajado.

Cómo elegir la temperatura de luz ideal para monumentos y fachadas

En los monumentos y fachadas, es recomendable utilizar una temperatura de luz de 2700K a 3000K, ya que proporciona una iluminación cálida y detallada para destacar los detalles arquitectónicos y estéticos. Esta temperatura de luz también es adecuada para iluminar los edificios históricos y patrimoniales, ya que proporciona una iluminación precisa y detallada.

Conclusiones finales

La elección de la temperatura de luz ideal es esencial para crear un ambiente cómodo y seguro en diferentes espacios. Es importante tener en cuenta el uso del espacio y el efecto deseado para elegir la temperatura de luz adecuada. Una temperatura de luz de 4000K a 5000K es adecuada para espacios de trabajo y áreas de seguridad, mientras que una temperatura de luz de 2700K a 3000K es adecuada para espacios de ocio y estética.

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